Después de décadas de abandono, el tren vuelve a ser protagonista en el centro del país. Con la aprobación del Conpes 4171, que garantiza una inversión de $14,5 billones entre la Nación y la Gobernación de Cundinamarca, el Regiotram del Norte se convierte en una de las apuestas más grandes de movilidad sostenible en Colombia.
Después de décadas de abandono, el tren vuelve a ser protagonista en el centro del país. Con la aprobación del Conpes 4171, que garantiza una inversión de $14,5 billones entre la Nación y la Gobernación de Cundinamarca, el Regiotram del Norte se convierte en una de las apuestas más grandes de movilidad sostenible en Colombia.
El proyecto, impulsado por la Empresa Férrea de Cundinamarca (EFC), busca conectar por vía férrea a Zipaquirá, Cajicá, Chía y Bogotá, beneficiando directamente a cerca de un millón de habitantes. Para Orlando Cely, gerente de la EFC, este avance representa un punto de inflexión en la manera como el país entiende el transporte masivo.
“Este logro demuestra que es posible coordinar esfuerzos entre el Gobierno Nacional y el departamental para hacer realidad proyectos ferroviarios. Estamos marcando el futuro del transporte en Colombia”, expresó Cely.
Durante más de setenta años, las antiguas líneas férreas habían quedado reducidas a simples huellas del pasado. Hoy, con el Regiotram del Norte, esas vías recobran vida. La iniciativa complementará al Regiotram de Occidente, creando una red integrada que facilitará la movilidad diaria de miles de personas y reducirá significativamente los tiempos de desplazamiento.
“Transportaremos más de 187.000 pasajeros cada día con un sistema 100 % eléctrico y sostenible. Ya no se trata solo de moverse más rápido, sino de vivir mejor”, agregó el directivo.
El gerente explicó que los municipios del norte de Bogotá han experimentado un crecimiento acelerado en vivienda, educación e industria, lo que ha aumentado la necesidad de transporte eficiente. Actualmente, el viaje desde estas zonas hasta la capital puede tomar hasta dos horas, una situación que el Regiotram busca transformar.
El nuevo tren no solo aliviará la congestión vehicular —que hoy alcanza cerca de 200.000 automóviles diarios entre Bogotá y los municipios vecinos—, sino que también impulsará la economía regional, generando empleo y dinamizando la infraestructura local.
“Este proyecto es una respuesta integral: mejora la movilidad, cuida el medio ambiente y promueve desarrollo. La coordinación con el Gobierno Nacional fue clave para hacerlo posible”, señaló Cely.
En cuanto a la financiación, el gerente explicó que el costo total del proyecto asciende a $15,4 billones, de los cuales $12,2 billones serán aportados por el Gobierno Nacional y $3,2 billones por la Gobernación.
“Es la inversión más importante que ha recibido Cundinamarca en toda su historia. Estamos demostrando que el tren puede volver a ser un símbolo de progreso y sostenibilidad”, concluyó Cely.












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