España enfrenta este lunes una de las interrupciones eléctricas más significativas de los últimos años. Desde el mediodía, gran parte del territorio continental —exceptuando las islas— quedó sin suministro eléctrico, una falla que también afectó a Portugal y, en menor medida, a Francia. Hasta ahora, se ha logrado recuperar más del 60 % del servicio en España, pero las autoridades estiman que la normalización completa podría tardar cerca de diez horas.

El corte paralizó múltiples sectores: desde sistemas de transporte como metros y trenes, hasta aeropuertos, comercios y redes de comunicación. Las ciudades más afectadas fueron Barcelona y Sevilla, aunque también se registraron interrupciones en los servicios de transporte público en Madrid y Valencia, así como en las operaciones del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

En Portugal, el apagón impactó servicios esenciales en Lisboa y Oporto, donde semáforos, redes móviles y aeropuertos quedaron fuera de operación durante varias horas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió cautela frente a las especulaciones sobre la causa del incidente y aseguró que se están evaluando todas las hipótesis. Algunos medios han mencionado la posibilidad de un ciberataque, aunque no existe confirmación oficial al respecto.

Las autoridades trabajan de manera coordinada para acelerar el restablecimiento total del servicio y minimizar los efectos en la vida cotidiana de los ciudadanos.