En medio de las conversaciones multilaterales que se llevan a cabo en Londres entre Estados Unidos, Ucrania, el Reino Unido, Francia y Alemania, una fuerte discrepancia entre el expresidente Donald Trump y el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski ha generado tensión en la mesa de diálogo.

El conflicto se intensificó luego de que Zelenski declarara ante medios internacionales que Ucrania no está dispuesta a reconocer la península de Crimea como parte del territorio ruso, postura que ha sostenido firmemente desde la anexión de la región por parte de Rusia en 2014. Según el líder ucraniano, ceder Crimea equivaldría a legitimar una ocupación ilegal y sentaría un precedente peligroso para la soberanía de otros países.

La reacción de Trump no se hizo esperar. A través de su red social Truth Social, el exmandatario estadounidense arremetió contra Zelenski, acusándolo de “encender la chispa de un conflicto que podría haberse evitado” y de “prolongar un escenario de muerte innecesario”. En su publicación, también cuestionó por qué Ucrania no defendió militarmente la península cuando esta fue ocupada por Rusia hace más de una década, señalando: “¿Por qué no lucharon por ella hace once años, cuando fue entregada sin que se disparara un solo tiro?”.

Las declaraciones de Trump generaron incomodidad entre los países aliados presentes en Londres, justo cuando se intenta construir un consenso que permita avanzar hacia una posible resolución del conflicto. Por ahora, las negociaciones continúan bajo un ambiente cargado de tensión política e incertidumbre diplomática.