La violencia contra la comunidad LGBT+ en Colombia ha cobrado una nueva y dolorosa víctima. Sara Millerey, una mujer trans de 32 años, fue asesinada de forma atroz en Bello (Antioquia), en un crimen que ha generado indignación en todo el país y ha impulsado una movilización social para exigir justicia.

Según los primeros reportes, Sara fue interceptada por un grupo de agresores que le fracturaron brazos y piernas antes de arrojarla viva a la quebrada Playa Rica, al norte de Medellín. Mientras luchaba por su vida en la corriente, sus victimarios grabaron la escena y la difundieron en redes sociales, en un acto que ha sido calificado por activistas y autoridades como “salvaje” y “cargado de odio”.

Una velatón por la dignidad y la memoria

Ante la brutalidad del crimen, organizaciones y aliados de la comunidad LGBT+ convocaron una velatón este miércoles 9 de abril, a las 6:00 p. m., en el Parque de Los Hippies (calle 60 con carrera 7.ª) en Bogotá. El acto busca honrar la memoria de Sara y de las más de 23 víctimas LGBT+ asesinadas en lo que va de 2025, según denuncias de colectivos como Caribe Afirmativo.

“La mayoría de estos crímenes ocurren a plena luz del día, en espacios públicos, frente a testigos silenciosos y con la indiferencia o complicidad de las autoridades”, denunció la organización. En Antioquia, ya son 13 las personas LGBT+ asesinadas solo este año, lo que refleja una preocupante ola de violencia y discriminación.

Sara no murió en el acto: luchó por su vida

Sara fue rescatada por los bomberos el viernes 4 de abril, tras haber sido hallada con vida en el afluente. Fue trasladada a la Clínica María, donde falleció el domingo 6 de abril a causa de la gravedad de sus heridas. Sus últimos momentos, grabados por sus agresores, han estremecido a la opinión pública y reavivado el debate sobre la seguridad y los derechos de las personas trans en Colombia.

Reacción oficial y llamado a la justicia

La alcaldesa de Bello, Lorena González, se pronunció a través de un video en la red X, en el que condenó el asesinato de Sara: “La violentaron, le quebraron los brazos y las piernas y la arrojaron al río. Duele profundamente pensar que ocurrió ante la indiferencia de muchos”.

González agregó: “Como alcaldía, como ciudad, tenemos una deuda con la comunidad LGBTIQ+. Vamos a exigir justicia por Sara y una ciudad donde todas las vidas sean dignas y respetadas”.

No obstante, aún no se han anunciado acciones concretas por parte de las autoridades para identificar y capturar a los responsables. Además, el secretario de Seguridad de Bello, José Rolando Serrano, ha sido criticado por negarse a referirse a Sara como una mujer, lo que ha sido visto como una falta de respeto hacia su identidad de género.

Un país que sigue en deuda

El caso de Sara Millerey es un recordatorio doloroso de las amenazas constantes que enfrenta la población trans en Colombia. Su muerte no solo refleja la violencia física, sino también la violencia simbólica que persiste en distintos sectores sociales e institucionales.

Mientras familiares, amigos y defensores de derechos humanos preparan actos de homenaje, la comunidad exige justicia real, cambios estructurales y una respuesta contundente del Estado para garantizar la vida, la dignidad y la existencia de las personas LGBT+ en el país.